viernes, 27 de noviembre de 2009

Sanatorio de SIERRA ESPUÑA

El Sanatorio Antituberculoso de Murcia, más conocido como sanatorio de Sierra Espuña, se encuentra en el término municipal de Alhama, provincia de Murcia.

La construcción del edificio comenzó a finales de 1913. En verano los propios vecinos ayudaban en la obra, y gracias a ello en 1917 se terminó de construir la primera planta, pero la obra continuó hasta que se proclamó la II República en España.

Las obras del edificio estuvieron paradas algún tiempo por falta de fondos y para poder hacer frente el Patronato lo cedió al Estado a finales de 1931.
En 1934 se finaliza la construcción y en 1935 se inaugura el sanatorio.

El edificio además de sanatorio antituberculoso también fue hospital para los vecinos de la zona que pasaban en él consulta.

Tras el descubrimiento de la estreptomicina, la tuberculosis deja de ser una enfermedad mortal y muchos de los pacientes van mejorando, por lo que los sanatorios dejaron de ser necesarios y fueron trasladando a los enfermos a hospitales generales, dando otro uso al edificio o cerrando sus puertas.

En 1962, debido al descenso de enfermos, el sanatorio de Sierra Espuña traslada a los últimos enfermos al hospital de Albacete, deja de prestar sus servicios como hospital antituberculoso y cierra sus puertas.

Un año después el edificio pasó a ser una escuela-hogar para huérfanos y necesitados de la zona. Luego cerró y en los años 80 se restauró parte del edificio y se reabrió como Albergue Juvenil. Una vez más cerró sus puertas, pero esta vez de forma definitiva.

Al principio estaba vigilado y cuidado pero con el paso de los años se abandonó por completo.



LA TUBERCULOSIS Y LOS SANATORIOS

La tuberculosis es una enfermedad infecto-contagiosa causada por el microbio "Micobacteryum tuberculosis", que normalmente afecta al aparato respiratorio.

Los sanatorios servían para aislar a los enfermos y prevenir que la enfermedad se propagara puesto que en la mayoría de casos era mortal.

En su mayoría fueron construidos en la montaña, a elevados metros sobre el nivel del mar, puesto que se consideraba que el aire puro era bueno, acompañado de reposo, sol, buena alimentación, etc…

EL EDIFICIO

El edificio constaba de sótano, planta baja, primera y segunda planta, aunque más tarde se edificaron a parte la casa del conserje, cocheras, cuadras, depósito de cadáveres, velatorios y un acueducto para recoger el agua.

En el sanatorio de Sierra Espuña, los pacientes que fallecían eran trasladados por una puerta trasera a una pequeña caseta situada en el exterior del edificio, donde os carreteros los recogían y los bajaban hasta el cementerio de Alhama para que les concedieran sepultura.

Llegó a contar con cerca de 200 camas y cincuenta personas encargadas del cuidado de los enfermos y demás servicios.

Actualmente se pueden ver dos partes claramente diferenciadas: la zona nueva y la zona antigua. La zona antigua tiene en su mayoría las ventanas y puertas que dan al exterior tapiadas y algunas del interior.

El edificio tiene muchas zonas derruidas, se encuentra cercado y vigilado, lo que hace imposible la entrada al mismo.

LA LEYENDA

Dejando la historia y la realidad a un lado, existen diversas leyendas, testimonios sobre lo que ocurría en el sanatorio de Sierra Espuña.

Se dice que en una ocasión uno de los carreteros escuchó golpes y gritos que provenían de una de las cajas donde transportaba a uno de los fallecidos, que por lo visto aún estaba vivo.

También algunas personas que se alojaron allí cuando era albergue juvenil dijeron haber escuchado ruidos y haber visto alguna ocasión como se abría o cerraba una puerta sola.

Se habla de una “Dama blanca” que se pasea por los pasillos y que en su día aterrorizó a militares y conserjes, que incluso pidieron el traslado a otros lugares.

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